sábado, 23 de mayo de 2009

REFLEXIONES SOBRE LA EXPRESIÓN ORAL

Desde que nacemos, a medida que crecemos, cada vez es más frecuente la necesidad de compartir nuestros pensamientos, sentimientos de manera oral con las personas que nos rodean.
En la escuela secundaria se hacen todavía más frecuentes las situaciones en que tenemos que expresarnos oralmente ante una audiencia ya sea por medio de una exposición individual o en equipo. La expresión oral ocupa un lugar privilegiado en todos los grupos sociales en que interactuamos incluyendo el grupo de amigos, en el cual constantemente estamos expresando nuestros puntos de vista procurando que nuestros argumentos sean claros, concisos, coherentes y sencillos.

Poco a poco advertimos que van mejorando nuestras habilidades para la comunicación oral y vamos desarrollando una mayor confianza en nuestra capacidad para exponer nuestras ideas frente a una audiencia.

No obstante lo antes expuesto, si queremos mejorar nuestra habilidad para realizar buenas presentaciones orales en público debemos elaborar una planeación adecuada. Es decir, tenemos que pensar con anticipación sobre las preguntas siguientes:
· ¿Qué voy a decir?
· ¿A quién se lo voy a decir?
· ¿De qué manera lo voy a decir?
· ¿Con que propósito lo voy a decir?
· Etcétera.

Siempre teniendo en cuenta que nuestro propósito es lograr comunicar nuestras ideas, conocimientos y sentimientos a las personas que están dispuestas a escucharnos o aquéllas de quienes logremos captar su atención y provocar una reacción positiva hacia nuestro mensaje.
Algunas de las actividades que se sugieren para la planeación de una exposición oral son las siguientes:
ELECCIÓN DEL TEMA DE LA EXPOSICIÓN ORAL.
DETERMINACIÓN DE LAS IDEAS PRINCIPALES A DEFENDER.
CONSIDERACIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS DEL AUDITORIO A QUIEN DIRIGIRE MI EXPOSICIÓN.
PROPÓSITO DE MI EXPOSICIÓN.
TIEMPO DE DURACIÓN DE MI EXPOSICIÓN.
CONSIDERACIÓN DE LOS RECURSOS DE QUE DISPONGO.
DETERMINACIÓN DE LAS ESTRATEGIAS QUE UTILIZARE.


Un buen orador o expositor sabe hablar en público de manera sencilla y clara, utiliza apropiadamente el lenguaje y sabe comunicar de manera honesta lo que piensa, siente y lo plantea y defiende de manera asertiva.
Algunas estrategias para mejorar nuestro estilo personal cuando hablamos en público son las siguientes:
Ejercicios de relajación muscular. Ayudan a vencer la inseguridad, tensión o ansiedad que produce el hablar ante un público.
Ejercicios de respiración profunda. Ayudan a vencer la inseguridad, la tensión o la ansiedad que produce el hablar ante una audiencia.

Ejercicios para comunicar emociones por medio del lenguaje corporal. Ayudan a manifestar el significado de las palabras por medio gesticulaciones corporales


Ejercicios para mejorar la dicción. Ayudan a mejorar la correcta producción y combinación de los fonemas.

Ejercicios para una correcta impostación de la voz. Ayudan a mejorar nuestro aprovechamiento de la espiración para producir el sonido con el máximo rendimiento y el mínimo esfuerzo para la garganta.

Trabalenguas. Ayuda a acostumbrarnos a los rápidos cambios de las estructuras del aparato resonador.

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